Por Alfonso Arribas Herrera (Investigador Titular Area de investigación en Patrimonio Geológico Minero)::
Las tierras y los paisajes del término municipal de Fonelas tienen muchas historias que contar, pues las rocas de este territorio guardan testimonio de ecosistemas pasados o bien han sido el soporte en el que los seres humanos, prehistóricos e históricos, decidieron ubicar sus comunidades y sus vidas en el tiempo.
El actual paisaje abarrancado, con sus centenares de barrancos, corta capas y rocas del Cuaternario antiguo (de entre 2,3 y 0,8 millones de años de antigüedad), cuando este territorio estuvo configurado por un gran río (el Fardes primigenio) con sus praderas en los márgenes, lagunas (las rocas blancas que observamos en algunos de los barrancos actuales son testimonio de ello) y llanuras asociadas en las que la vida, en ocasiones, tuvo su máximo esplendor. Este río aportó durante cientos de miles de años sedimento (las rocas de color gris del paisaje actual), que rellenó paulatinamente la Hoya de Guadix hasta las alturas de los llanos actuales, nutrientes y agua para la vida.
Aunque se han encontrado numerosos yacimientos paleontológicos con huesos fósiles de grandes mamíferos cuaternarios (el registro fósil en el término municipal de Fonelas se inicia, de momento, hace aproximadamente dos millones trescientos mil años con fósiles de mastodontes y gacelas), es hace dos millones de años cuando este territorio fue un verdadero vergel.
En esa antigua cronología los territorios que hoy se llaman de Fonelas estuvieron habitados por félidos con dientes en forma de sable; por los antepasados de los lobos, chacales y zorros; por extrañas jirafas de cuello corto; por jabalíes de río; por guepardos, hienas gigantes y hienas pardas; por antílopes, toros y tres tipos de ciervos primitivos; por cebras; por cabras montés; por bueyes almizcleros; por rinocerontes de pradera y por mamuts meridionales.
Todo ello ha quedado salvaguardado en el excepcional yacimiento paleontológico de Fonelas P-1, situado al Oeste del Fardes y estudiado desde inicios del siglo XXI. Se trata de una extensa capa que fue sedimentada en la llanura de inundación próxima al margen de un pequeño canal fluvial (en un afluente del río paleo-Fardes) que, en realidad, conserva los testimonios fósiles de un mundo natural “perdido”, nunca antes identificado en nuestro continente. Este yacimiento ha librado también huesos fósiles de especies nuevas para la ciencia como: el tejón ibérico (Meles iberica), el chacal accitano (Canis accitanus) o la más antigua cabra montés conocida (Capra baetica).
En capas, en rocas más recientes, situadas a mayor altitud que las anteriores en barrancos al Este del Fardes y sedimentadas en la orilla de un pequeño pantano hace poco más de 100.000 años (poco antes del relleno total de la Hoya de Guadix), los seres humanos habitaron este territorio
formando en ese lugar un campamento al aire libre donde se han encontrado algunos fósiles de mamíferos de aquella época junto a industrias líticas del periodo “cultural” denominado Achelense o Modo II, en el yacimiento de La Solana del Zamborino, estudiado en la década de 1970 del siglo XX..
Poco después, en el tiempo geológico, el paisaje del territorio comenzó a cambiar de forma drástica y lo que fueron extensas llanuras que ocuparon todo el territorio comenzaron a erosionarse rápida, muy rápidamente, conformando el paisaje actual de barrancos limitados por grandes llanos en
su zona superior y por la fértil vega del Río Fardes en su base. Esta constante fertilidad de la vega es lo que explica la ocupación humana permanente de estas tierras durante la prehistoria reciente y durante los periodos históricos.
De esta forma, en Fonelas y durante la Edad del Cobre (en el Calcolítico, entre el 2.600 y el 2.200 antes de Cristo), se sitúa un importante núcleo de ocupación humano prehistórico megalítico, con más de 70 dólmenes, la mayoría de ellos expoliados y parcialmente destruidos por desalmados durante el siglo XX.
En dicha necrópolis, dispersa en varios grupos, resaltan los dólmenes de "Moreno 3" y "Domingo 1". En el primero de ellos se halló una estela funeraria, realizada en pizarra, que representa una figura humana adornada con líneas en zigzag en los laterales (La Estela de Fonelas). Este elemento
se encuentra actualmente expuesto, junto a otras piezas procedentes de la Necrópolis de Fonelas, en el Museo Arqueológico Provincial de Granada y aparece representada en el Escudo Oficial del pueblo desde su aprobación por la Consejería de Gobernación en decreto 276/2003 de 30 de Septiembre.
Tras este periodo el tiempo pasó, el paisaje abarrancado se fue acentuando y la vega del río Fardes seguía siendo fértil y apetecible para las comunidades humanas, ya históricas.
La historia de las tierras de Fonelas va de la mano de la historia de la actual Guadix desde época romana, desde la fundación de la última por Julio César en el año 45 antes de nuestra Era. Fonelas, por aquellos siglos, formaba parte de la colonia romana Iulia Gemella Acci, los orígenes urbanos de la actual Guadix. Dicha colonia romana fue una ciudad entre bastetanos, acreditada por el Emperador Augusto para albergar a los veteranos de las legiones I y II, que permitió el control de los pasos de Sierra Morena entre Castulo (Cazorla, en las proximidades de Linares), Malaca (Málaga) y Cartago Nova (Cartagena). Entre el año 13 antes de Cristo y el año 41 de nuestra Era emitió moneda. Durante la época romana, durante el siglo I de nuestra Era, Fonelas fue una importante villa dedicada al cultivo de vides, ya que el topónimo de "Fonelas" parece hacer referencia a las viñas. Gracias a los hispano-romanos se creó una amplia red de caminos para la explotación agraria.
Con los siglos Roma se cristianizó (a comienzos del siglo IV de nuestra Era los habitantes de la comarca ya eran cristianos). Cabe citar que en el año 304 de nuestra Era (siglo IV), el obispo de Iulia Gemella Acci, Félix, presidió el Concilio de Iliberis (Granada), sin lugar a dudas el que fuera el más importante de la España romana. La tradición con respecto al patrón de la ciudad, San Torcuato (uno de los 7 varones apostólicos como los primeros evangelizadores de la península) tiene mucho arraigo en el lugar.
Tras el declive de Roma esta ciudad y sus territorios pasaron a ser habitados y dominados por los visigodos. La ciudad se llamó Acci y los territorios actuales de Fonelas estuvieron bajo su influencia política y económica. Acci fue una fortaleza visigoda (cristiana) por encontrarse cerca de la frontera visigodo-bizantina. Esta ciudad también acuño moneda entre los años 612 (siglo VII) y 710 (siglo VIII) de nuestra Era.
En la España visigoda Acci y toda su comarca (incluidas las tierras de Fonelas) fue sede episcopal de la iglesia católica, y sufragánea de la Archidiócesis de Toledo que comprendía la antigua provincia romana de Cartaginense, en la diócesis de Hispania. Integrada en la geografía eclesiástica visigótica, los obispos de Acci tuvieron presencia destacable tanto en los Concilios de Toledo (capital del reino visigodo de España) como en las decisiones de mayor relevancia de la corona hispánica. Textos de la época indican que “el Toledo de los Godos tiene su sucursal accitana en el sureste español”, donde el representante regio sería el mismo obispo en persona.
Esta dignidad eclesiástica le venía a la ciudad de varios siglos atrás. Hoy día puede que queden vestigios arquitectónicos visigodos en alguno de los complejos troglodíticos conservados al Este del término municipal de Fonelas.
Del siglo VIII al XV estuvo bajo el dominio de los musulmanes, primero invasores árabes, luego pobladores autóctonos, y nuevamente invadidos
por los almohades norteafricanos en el siglo XII. La dominación musulmana dejó una huella profunda en la ciudad de Acci y en el territorio que incluye a Fonelas.
Fonelas fue una alquería que alcanzó protagonismo en época nazarí (siglos XIII al XV) al ser tierra fronteriza, con torres vigía para proteger sus puestos de las cabalgadas de los jinetes castellanos procedentes del adelantamiento de Cazorla (siglo XIII). De éstas quedan en la actualidad cuatro muestras: Torre del Conejo, Torre del Pocico, Torre de Muros y Torre de Guájar.
En el momento de la invasión musulmana era obispo de Acci Frodoario (711-714; siglo VIII). Más tarde se tienen noticias del obispo Quirico que, según algunas fuentes historiográficas, asiste al concilio de Córdoba. La invasión musulmana produce un largo y confuso paréntesis en la vida
cristiana de este territorio pues, por falta de datos, se desconoce si la diócesis existió y tuvo obispos desde el año 741 (siglo VIII) hasta el año 1400 (siglo XV).
La antigua ciudad de Acci pasaría a denominarse por algún tiempo Medina Beni Sam. Más tarde tomaría el nombre de Guadh-Haix. En el siglo X formaba parte de la cora de Ilbira. La economía se basaba en la seda, azafrán, plomo, molinos, etc. En torno a 1145-1146 (siglo XII) constituyó
un efímero reino de Taifas. Durante parte del siglo XIII la ciudad y el territorio estuvieron bajo la protección castellana (bajo el reinado de Alfonso X).
A finales del siglo XV participa en las guerras civiles de Granada. Con la fragmentación del reino granadino, Guadix terminó siendo la corte del rey Zagal (“el valiente”, llamado así por los cristianos; Muhammed XIII, rey de Granada de 1485 a 1486), hasta la toma de la ciudad y el territorio de la Hoya de Guadix por los Reyes Católicos en el año1489.
Como se ha comentado, definitivamente, con la rendición de Guadix en 1489 (siglo XV), Fonelas pasó a la Corona de Castilla bajo el reinado de los Reyes Católicos, reyes que dieron este lugar (I señor de Finelas y Gerafe), junto a Gorafe (Gerafe) y la alcaidía de Fiñana (Fiñiana) a Álvaro de Bazán (fallecido el 20 de diciembre de 1491). Éste fue un castellano (de ascendencia navarra) poderoso, Capitán general en la guerra de Granada, protector de la frontera de Baza y conquistador de Fiñana en 1487.
Fue el padre de Don Álvaro de Bazán “El Viejo” (1506-1558, siglo XVI; Almirante de Castilla durante el reinado de Carlos I y, entre otros títulos, II Señor de Finelas y Gerafe). Su nieto fue Don Álvaro de Bazán y Guzmán primer Marqués de San Cruz (1526-1588, nacido en la ciudad de Granada) que, bajo el reinado de Felipe II, fue Capitán General de las Galeras de España y ostentó, entre otras muchas, la jurisdicción y las rentas del lugar, hasta que lo vendió para la compra de Santa Cruz de Mudel
En el año 1570, y en tiempos del Rey Felipe II, se dio orden de evacuar a los moriscos vencidos desde el reino de Granada hasta zonas del levante, de la Mancha y Extremadura. Como se cita en algunos textos “esta medida tendente a solucionar la llamada Rebelión de las Alpujarras hizo desaparecer de nuestro entorno a gran parte de la población ancestralmente autóctona”
deportando a una gran cantidad de personas lo cual tuvo graves repercusiones en una de las
industrias más fructíferas como fue la de la seda. Tras dicha expulsión retornó de manera clandestina y con carácter subversivo una pequeña parte de los exiliados, los cuales situándose en el entorno de la ciudad de Guadix, excavaron sus viviendas en la arcilla, lo que dio lugar al desarrollo extensivo de las conocidas y populares cuevas. Éstas se convirtieron en un “hábitat comunitario y organizado”.
Este es el posible origen de los barrios en cuevas, otra huella musulmana que perdura hasta nuestros días, y que suponen la mejor adaptación arquitectónica a este paisaje configurado por numerosos cerros.
En el siglo XVII Fonelas es un señorío que pertenece a don Diego Carrillo de Mendoza (también señor de Güélago, de Huélago) Capitán de la guardia de don Rodrigo Ponze de León, que fue Duque de Arcos y Virrey de Nápoles.
Décadas después (también en el siglo XVII), se incluyó en un señorío supuestamente cedido a la familia Afán de Rivera (Don Baltasar Afán de Rivera Gadea y Bazán, regidor de Granada). En este período, y hasta el siglo XIX en que por el municipio discurría el camino entre Guadix y Baza,
Fonelas controlaba su entorno y tuvo en su poder a los cortijos de los alrededores.
En el siglo XVIII Fonelas fue una aldea realenga con un alcalde pedáneo.
Es en el siglo XIX cuando Fonelas consiguió la jurisdicción de municipio (lo es al menos desde el año 1847), con ayuntamiento independiente, describiéndose en textos de aquel año lo siguiente:
“FONELAS: l. con ayunt. en la prov., aud. terr. y c. g. de Granada (9 leg.), part. jud. y dióc. de Guadix (2): SIT. al N. de la cap. de part. una leg. mas arriba de la union de los r. Fardes y Guadix; goza de buena ventilación, especialmente por el E., y CLIMA saludable, aunque propenso á calenturas. Tiene 80 casas, inclusas la municipal y cárcel, escuela de instrucción primaria, concurrida por 15 alumnos y dotada con 729 rs.; igl. parr. (Ntra. Sra. De los Dolores), aneja de la de Benalua de Guadix, y extramuros á 2 leg. la ermita de Ntra. Sra, del Cármen. Confina el TÉRM. N. con el de Pedro Martínez (2 leg.); E. el de Gorafe (1/2); S. y O. el de Guadix (1/2); comprendiendo los cortijos de Mecina, Chezas, Ceque, los Palomares, el Tablar y la venta de Padul. El Ceque es propio del ducado de Gor, y tiene aguas abundantes, aunque mal sanas. El TERRENO es salitroso, parte destinado al cultivo de cereales y lo restante inculto: corre por él de S. á N. el indicado r.
Guadix. Los CAMINOS para Guadix, Granada, Don Diego y la Alamedilla, se hallan en mal estado: la CORRESPONDENCIA se recibe de la cap. de part. por balijero.
PROD.: trigo, cebada, centeno, maiz mijo, cáñamo y lino, siendo principal cosecha la del maiz; cria ganado de cerda, vacuno, lanar, caballar y mular; caza de perdices y conejos, pesca de anguilas.
IND. la agrícola y un molino harinero. POBL.: 290 vec., 908 alm. RIQUEZA IMP. 39,695 rs. CONTR. 16, 430 rs.”.
La historia de Fonelas en el siglo XX está por resumir, y la del siglo XXI por ser vivida.